lunes, 28 de septiembre de 2020

Visionado de Circo Contemporáneo parte 1

 

Algunas compañías, artistas y espectáculos interesantes para conocer el circo contemporáneo desde una perspectiva interdisciplinaria: donde la destreza corporal se combina con el diseño, el trabajo de objetos y el cuestionamiento de la estabilidad de las formas en el espacio. ¿cómo el accionar del cuerpo modifica la significación de los lugares y las cosas?

En esta ocasión , presentamos trabajos pioneros de creadores franceses, que han realizado trabajos caracterizados por  la reducción de actores en la escena, la propuesta diferente del uso del espacio y la corporalidad como eje principal.


 1. Atelier Lefeuvre et André


Es una compañía francesa formada por Jean Paul Lefeuvre (técnico agrícola) y Didier André (diseñador industrial), quienes comenzaron como estudiantes aficionados en el “Cirque du dr. Paradi”. En 1985 ingresan a la formación de la Escuela Nacional de Circo de Châlons-en-Champagne. Una vez graduados en 1989, participan de la compañía Archaos; un año más tarde, junto a otrxs compañerxs de escuela, forman Cirque 0.

 Ya en 2001 se reúnen como dúo y dan origen a un novedoso espectáculo al aire libre llamado “La Serre” (el Invernadero), montada al interior de un pequeño invernadero. El espectáculo evolucionó a “Le jardín”, el cual al ser teatral les exigió un trabajo de frontalidad única.


Acá se puede apreciar una serie de “video postales” que pertenecen a su último trabajo: “Parbleau”. Una serie de pequeños videos planteados en el “confinamiento” https://vimeo.com/454393097


La Boule Tout from PAR LES CHEMINS on Vimeo.

https://www.lefeuvre-andre.com/copie-de-spectacles-1

https://www.lefeuvre-andre.com/

 

 2. Que- Cir-que



 Jean-Paul Lefeuvre, Emmanuelle Jacqueline y Hyacinthe Reisch, egresadxs de la primera promoción del de la Centre National des Arts du Cirque (1985-1989) forman  Que- Cir Que. Un equipo y un montaje en que el cuerpo, sus posibilidades se experimentan al extremo. Un juego físico se vuelve un asunto de poder y dominación. La ejecución de los ejercicios da cuenta de una “virtuosidad salvaje” de lxs tres acróbatas.

L’ère du globocus 1 - Part4 - Que-Cir-Que from USE DON'T ABUSE on Vimeo.


 

3. Cirque Ici – Johan le Guillerm



 Johan le Guillerm es otro artista perteneciente a la generación de la Escuela de Circo, quien participara del Cirque O. En 1994 crea su propia compañía, “Cirque ici” donde realiza su primer espectáculo solitario : “Où ça ?”.  Le Guillerm explica: el círculo en el circo existe porque los caballos necesitaban una pista: 30 metros para que la fuerza centrífuga no les atrapase. El círculo es un elemento de arquitectura natural, donde el actor queda totalmente expuesto. Y se trata de que lxs humanxs vean qué son capaces de hacer otrxs humanxs : no de explotar animales. En su proyecto el artista se desliga con toda forma tradicional de circo, con sus objetos , sus gráficas y esteticismos,para abordar un proyecto otro. La creación del espacio, del movimiento, de objetos que se accionan, del cuerpo que se expone a los límites de la física y la fisiología.

 

Dentro de esta perspectiva es que aparece el proyecto “Atraction” descrito así:

 "Actuar sobre los desórdenes del mundo para detectar otros arreglos y crear un nuevo orden poético.La atracción es el mapeo original de un planeta sin lugar ,  un proyecto de manifiesto para apropiarse mejor de su entorno, para pensarlo por uno mismo.Una posición. Rompe nuestras certezas, resiste dispuestos a pensar y abre nuevas alternativas.Un protocolo de la mirada. El mundo es lo que vemos de él y lo que es invisible para nosotros. Para comprenderlo en su totalidad, debemos tener en cuenta la multiplicidad de puntos de vista que podemos relacionar con él.

Principios . Empiece de cero, observe, experimente, pruebe, cree.

Una obra de rizoma hecha de acumulaciones, hibridaciones, mutaciones y que opera en constantes cambios entre diversos campos artísticos.Una obra en constante evolución que configura un paisaje de fronteras infinitas."

 Una investigación que encuentra sus concretizaciones en diversas formas:

El laboratorio de investigación del Observatorio alrededor del punto
La Motte Planeta a la vista
Las herramientas de observación de los Imaginógrafos
Evolución Mutación morfográfica elástica
Las esculturas autoportantes de Architextures
La performance arquitectónica
Transumante Les Broglios, Les Entrelàs poemas gráficos
Las divertidas flores cinéticas acuáticas
El observatorio Planatarium Objetos
flotantes Vehículos Les Imperceptibles a velocidad y energías imperceptibles
Secreto (tiempo 1 y tiempo 2) Espectáculo de Terces (creación 2020) bajo una marquesina
Le Pas Grand ChoseIntento patafísico lúdico
Encatation,  experiencia culinaria (creación 2019)

http://www.johannleguillerm.com/es/


 

 

 

 

sábado, 19 de septiembre de 2020

El Nuevo Circo

 Del Circo Tradicional al Circo Contemporáneo


Sólo a partir de los años 70 el circo comienza a recibir la distinción de “circo tradicional”, “nuevo circo” o “circo contemporáneo” de acuerdo a las innovaciones surgidas desde esa época.

El circo tradicional se había caracterizado por ser un oficio familiar y, al seno de las familias se desarrollaban los aprendizajes de las distintas disciplinas. El espectáculo se realizaba siempre en círculo: ya sea en las carpas, ya sea en “circos de invierno” – edificios acondicionados para poder llevar el espectáculo a interiores más protegidos durante la estación fría. El espectáculo se componía por una serie de “números” que cada artista o grupo de artistas desarrollaba de manera independiente; no había invasión de disciplinas, salvo las intromisiones de los cómicos (distintos tipos de payasos). El hilo conductor del espectáculo era el “maestro de ceremonia”, acompañado de una orquesta estridente que marcaba el pulso de las emociones. Muchos circos tradicionales tenían espectáculo de doma de animales salvajes y domésticos: hoy, por el bienestar de los animales, esta práctica ha sido cuestionada, legislada e incluso prohibida en algunos países.


Hacia los años 70, se abre en Francia la “Escuela Nacional de Circo”, elevando el oficio al estatuto de una disciplina artística académica. La formación pasa a manos de maestras y maestros (provenientes de las familias circenses); y el aprendizaje queda disponible a cualquier individuo aun no vinculado a las familias circenses. La escuela, y también el aprendizaje autodidacta propició un apertura multidisciplinar; una integración de áreas y un cuestionamiento del oficio: el artista se cuestiona si su vida transita en la ejecución de “un número”; o si su aprendizaje es posible de integrarlo a un proyecto colectivo y creativo. La aparición de la Escuela coincide con una crisis económica generada por el petróleo, la cual golpeó duramente al circo tradicional: muchos de ellos cerraron y sus miembrxs, al verse sin empleo, tuvieron que diversificar, en espectáculos pequeños y privados, en ruedos de calle, en la enseñanza del oficio a escuelas de circo, talleres y actores deseosos de mejorar su condición corporal en un entorno donde el teatro corporal cobraba fuerza en parte por las lecciones organizadas por Jacques Lecoq (Escuela Internacional de Mimo y Teatro).


Por esos años, los saberes de circo comienzan a mezclarse con otras áreas: el teatro, la danza, las artes visuales; se incorporan nuevas tecnologías y esto implica la ruptura de la tradición. Los espectáculos comienzan a tener su propia temática, su eje conductor, siendo innecesaria la figura del maestro de ceremonias. La estructura del “número circense” se ve amenazada por la construcción de cuadros dramáticos o cómicos vinculados entre sí.  Se desarrolla una nueva estética en el vestuario, iluminación, sonido y escenario más propio de una obra teatral que de los números tradicionales. Y por lo mismo, muchas veces prima la intención dramática por sobre las destrezas físicas y las pruebas desafiantes. El espectáculo puede abandonar la pista circular, adaptarse a la calle, entrar en el teatro. El circo contemporáneo prescinde del uso de animales


Los caminos del circo contemporáneo son múltiples y diversos: por un lado, están las grandes empresas que generan un despliegue de recursos técnicos, estéticos y actorales como el Cirque de Soleil. Por otro, tenemos pequeñas compañías que realizan espectáculos de mínima envergadura y maximización del contenido dramático o emocional como el “Que Cirque”.


El circo tradicional no desaparece ante el nuevo circo: sufre una revitalización, un cuestionamiento, un intercambio de lenguaje y cruce de aprendizajes.


El desarrollo del Circo en Chile

“El circo chileno de los volatineros iría absorbiendo a lo largo del siglo XIX las formas de espectáculo europeas. A mediados del siglo se mezclarían estas nuevas formas con elementos de raíz tradicional, como el hecho de incluir en las funciones un segundo acto dedicado a las presentaciones folclóricas con baile, zamacueca y paya. Hacia 1870 el circo en Chile sería como lo conocemos hoy, esto es: con pista circular, adentro de una carpa y cuyo ambiente es musicalizado por bandas con bronces, bombo y platillo. Los «segundos actos» serían una tradición hasta bien entrado el siglo XX.

El circo fue desde inicios de la República un oficio familiar que comenzaba en la niñez y era para toda la vida. Frecuentemente las compañías de circo acogían a los más marginados de la sociedad, a los olvidados y a los «raros del mundo». Funcionaban así como orfanatos de facto, como refugio de delincuentes y ex convictos, y en general de cualquier persona que tuviera alguna habilidad artística a ser explotada.

Un aspecto a destacar del circo chileno es cómo entre rutinas de acróbatas, domadores de animales y números folclóricos, fue común que los payasos utilizaran su investidura burlesca para hacer crítica social. El payaso tiene un rol principal como maestro de ceremonia de la función. Su figura es la encargada de guiar el espectáculo y realizar una rutina humorística. El payaso se transforma en una figura similar al bufón de la corte y de igual forma tiene inmunidad para ser incisivo y disruptivo. Esta actitud revela las características principales del circo: autonomía, independencia e improvisación.”


http://www.culturapopular.cl/el-circo-chileno/

Hacia el Nuevo Circo

El Nuevo Circo, que comienza a gestarse en los años 70, se consolida como tal ya en los 80 con integrantes que se han formado en las disciplinas: del teatro, de la danza, de la música, de la arquitectura o de las artes plásticas, en las escuelas de circo a la acrobacia o a los números de payaso. Sus espectáculos son la mayor parte del tiempo, combinación de formas artísticas que se mutan la representación tradicional del circo. Y este Nuevo Circo tardará una década en tener su aparición en Chile.  Dos artistas circenses, que “visitaron en París que el Forum  Les Halles: lugar donde se reúnen músicos, pintores, bailarines y una gran cantidad de malabaristas. En 1994, se abre el espacio del Parque Forestal  de Santiago como una escuela abierta de circo, donde el conocimiento se transmite de forma empírica. En 1998, se realizó el primer espectáculo de nuevo circo llamado “ZirkoZita”, dirigido por Alain Veilleux.


Alain Veilleux, de nacionalidad canadiense, desde el año 95ha sido parte importante de la propulsión  del Nuevo Circo en Chile. Viajó junto a Cirque du Soleil, para formar parte de la primera transferencia de Nuevo Circo y Circo Social en el país, lo que posteriormente se transformó en El Circo del Mundo Chile. cuando llegó a Chile el circo era una forma de reapropiación del espacio público y las ONGs extranjeras prestaban mucho apoyo a iniciativas sociales.


Para ejemplificar esta aparición del Nuevo Circo se hará una reseña a 2 experiencias que señalaremos a continuación serán: el Circo del Mundo, donde precisamente participa Alain Veilleux; la otra, El Gran Circo Teatro, del connotado director André Pérez.


El Circo del Mundo: El Circo como herramienta social.

Varios los circos chilenos hoy potencian el arte circense como una herramienta de intervención psicosocial. Uno  de los circos chilenos que se adhiere a esta tendencia es el Circo Ambulante agrupación que a través de las técnicas del arte circense promueve las habilidades lúdicas de niñxs y jóvenes en riesgo social. Otro es El Circo del Mundo-Chile, entidad que desde su creación en 1995, ha difundido los postulados del nuevo circo, creando novedosas propuestas expresivas que integran otras artes escénicas al espectáculo circense. Paralelamente ha desarrollado una importante experiencia utilizando el arte circense con fines educativos y de rescate social.

El Circo del Mundo se originó a partir de la iniciativa del Cirque du Soleil y Jeunesse du Monde, que en 1995 coparticipó en un proyecto de Cooperación Internacional junto a La Corporación el Canelo de Nos, realizando talleres circenses a artistas chilenos, principalmente actores y bailarines: con el objeto de aplicarlo en la ayuda de niños, niñas y jóvenes con problemas sociales.


Hoy, esta institución establecida desde el año 2000 está dividida en tres áreas de acción: un área social, donde el Circo trabaja con niños y jóvenes de diversa vulnerabilidad, para potenciar en ellos habilidades socioemocionales; un área académica, que incluye la Escuela de Artes Circenses, la única profesional en Chile; y un área de producción, cuya misión es el fomento del nuevo circo como un arte escénico a través de diversos espectáculos, con giras por nacionales e internacionales.


Alain Veilleux quien formara parte de esta iniciativa en su origen, se refiere al último egreso, a fines de 2019 :“Yo estoy cerrando un ciclo, porque llegué para establecer un proyecto de circo social donde la meta era: ¿Podemos usar el circo como herramienta de dinamización social? Yo llegué aquí, en el inicio del malabarismo en el parque Forestal, con la certeza de que el circo funcionaba, pero era un piloto. Tuve el privilegio de llegar e instalar eso, y se desarrolló. Se hicieron formación de monitores, trabajo con niños, réplicas con el Sename y el Hogar de Cristo. Tenía la preocupación de que no solo fueran monitores o formadores, sino que también fueran artistas. Cuando comenzamos a hablar sobre el concepto de artista de Circo Social, nace la primera creación de espectáculo de circo social llamada ZirkoZita. Se crea la primera generación de circo y siguió avanzando. Y ahora volver a tomar una nueva creación de dirección de la escuela, fruto del mismo proyecto”.

http://www.elcircodelmundo.com/

 

El Gran Circo Teatro: reinvención del mundo popular

Texto extraído del sitio memoriachilena.cl

La compañía Gran Circo Teatro se formó en 1988 fruto del montaje de La Negra Ester. Su nombre ganó popularidad a causa del éxito de dicha obra y se incorporó al título de la segunda producción del grupo: El Gran Circo Teatro de Chile, época 70: Allende, estrenada en 1990.

 En su forma de trabajar, el colectivo reprodujo buena parte de las técnicas y métodos aprendidos por Andrés Pérez durante su residencia en Francia junto al Théâtre du Soleil, en especial el proceso de puesta en escena en que los actores ensayaban todos los personajes hasta poco antes del estreno.


El grupo estuvo formado por actores, diseñadores, músicos y productores. El listado llegó a incluir a Rosa Ramírez, Boris Quercia, María Izquierdo, Ximena Rivas, María José Núñez, Pachi Torreblanca, Willy Semler, Horacio Videla, Aldo Parodi, Rodolfo Pulgar, Cuti Aste, Daniel Palma y Mauricio González, entre otros. Inicialmente se constituyó como cooperativa, pero en 1991 adoptó la forma de una corporación cultural, a fin de gestionar con mayor celeridad eventuales aportes de privados.


El grupo patentó un sello, caracterizado por la recuperación o habilitación de nuevos espacios para el teatro (como la terraza Caupolicán del Cerro Santa Lucía, el Parque Forestal y el Teatro Esmeralda), la autogestión económica, la producción de espectáculos de larga duración (de 2 y hasta 3 horas), el espíritu solidario entre sus integrantes, el tono festivo de la mayor parte de sus montajes y una profunda vocación popular, orientada a llevar el teatro a públicos no familiarizados con los espectáculos de sala. Así lo recalcaba el director a pocos meses de formar el grupo: "El eje de nuestro trabajo es lo popular" ("Andrés Pérez: El eje del Gran Circo Teatro es hacer teatro popular", La Época, 6 de septiembre de 1989, p. 28).


De acuerdo a este espíritu, las obras que Andrés Pérez llevó al escenario junto a su compañía, presentan denominadores comunes en lo temático: hablan de mundos marginales, de pobreza y prostitución, territorios endurecidos que, paradojalmente, son cruzados por la profunda humanidad de sus personajes. En esa humanidad destaca lo ingenuo de los personajes, sean borrachos, marinos, mendigos, obreros, policías, hombres o mujeres, gente vieja o joven. Todos son protagonistas de crónicas de la vida diaria. Una mayoría con procedencia social a medio camino entre lo urbano y lo campesino.

No obstante, la celebridad alcanzada con las giras internacionales y el reconocimiento que le valieron las versiones de: Noche de reyes, Ricardo II y Popol Vuh, la compañía anunció su disolución en 1992 a causa de problemas económicos. El proceso de separación se postergó por varios meses, hasta que Pérez se estableció en Europa y algunos de los miembros originales del colectivo continuaron con las últimas funciones de Popol Vuh.


El director regresó a fines de 1994 para dirigir El Desquite, de Roberto Parra, con ex miembros del grupo.

Desde entonces alternó entre proyectos independientes -incluso óperas- y montajes junto a la renovada compañía Gran Circo Teatro, integrada por actores egresados de distintas escuelas, junto a algunos miembros de la primera etapa, como Rosa Ramírez.

El espíritu originario se recuperó en torno a la puesta en escena de Nemesio Pelao, ¿qué es lo que te ha pasao?, de Cristián Soto, en 1999. La obra marcó la celebración de los diez años del grupo y completó lo que entonces Pérez denominó la tetralogía de la identidad chilena, constituida además por La Negra Ester, Epoca 70: Allende y La consagración de la pobreza.


El director continuó trabajado con los nuevos integrantes en sucesivos remontajes de La Negra Ester y de otros espectáculos, como la versión callejera de El principito. Sin embargo, seis meses antes de morir organizó una fiesta para saldar las deudas de la compañía y se mostraba cauto frente al futuro. "Estamos en una época en la cual queremos pensar acerca de lo que ha sido nuestro trabajo", admitía mientras anunciaba un receso. "La verdad que este descanso puede ser para siempre" ("Era inevitable el fin de la compañía", La Nación, 11 de marzo, 1994, p. 33).

Los miembros originales del grupo se reunieron en escena por última vez a fines de 2001 para remontar La Negra Ester en el cerro Santa Lucía, con fines de beneficencia para el propio Andrés Pérez.


"Un Circo Diferente":

Corresponde a una de las actuales obras que la Compañía Gran Circo Teatro presenta. En ella integra el formato y los números del circo tradicional a una trama teatral apta para toda la familia.

“Es un espectáculo que responde a crear espacios de entretención familiar donde los padres y niños disfrutan de la belleza, de la magia, de manera inteligente, es lo que denominan “a pasarlo bien en familia”


“UN CIRCO DIFERENTE”, tiene el concepto del circo popular donde los afectos son fundamentales. Es en este ambiente de cuidado y afecto que se suceden las rutinas de trapecio, tela, bailes y se desarrollan las peripecias del dueño del circo don Cloro y su joven aprendiz Josesito, hilo conductor del espectáculo con sus tonteras, sueños y vivencias. Este universo de personajes invita al espectador a viajar por el mundo delirante y fantasioso del circo. Como corolario está la aparición de una niña y su relación onírica, mágica, cariñosa hacia su amigo oso. Es este hecho de respeto y complicidad entre una persona y un animal lo que el nombre a este espectáculo; de mucha participación y juego para con los niños.” (Comunicado de prensa.)

 

https://www.grancircoteatro.cl/


sábado, 5 de septiembre de 2020

Historia del Circo en Chile

 

Antecedentes

En el mes del circo, septiembre, nos dedicaremos a revisar historias y testimonios de esta actividad escénica en el territorio.  En el año 2016 se aprueba un proyecto de ley en el congreso, que establece el primer sábado de septiembre como el Día Nacional del Circo. Los documentos que presento a continuación han sido extraídos de la página de la Dibam: Memoria Chilena.



En occidente, la tradición circense perduró bajo diferentes formas a lo largo de los siglos, pero no fue sino hasta 1768 en que Phillip Astley, un sargento mayor de la caballería inglesa, inventó el "circo moderno". Este equitador decidió incorporar a las espectaculares y elegantes exhibiciones ecuestres, los números de los tradicionales "saltimbanquis": acróbatas, payasos y maromeros que solían presentarse en plazas y casonas medievales. Esta forma de entretención se esparció rápidamente por el mundo.

Los antecedentes más tempranos del circo en Chile se remontan al período colonial, cuando conjuntos de artistas "volatineros" y "maromeros" se presentaban en las calles, plazas y solares de las grandes casonas, entreteniendo a la sociedad criolla. En 1801 don Joaquín Oláez y Gacitúa, un connotado artista volatinero, acróbata, payaso y titiritero proveniente de Argentina, decidió dotar a la ciudad de Santiago con su primer teatro, el "Coliseo", que serviría para la presentación tanto de obras dramáticas como para las populares exhibiciones de volatines. Con la construcción de este primer teatro, los artistas volatineros se organizaron y durante las primeras décadas del siglo XIX surgieron las denominadas "Casas de Volatín". Similares a las chinganas, las Casas de Volatín albergaron las primeras expresiones de actividad circense en el país.



En 1827 se estableció por primera vez en Chile un circo internacional. El circo inglés de Nathaniel Bogardus permaneció meses frente a la Plaza Victoria de Valparaíso, lo que provocó que la calle fuese llamada "Calle del Circo" (en 1977 pasó a llamarse calle Edwards). Este circo trajo consigo un extraordinario espectáculo ecuestre, grandes números acrobáticos y divertidos payasos que no tardaron en causar un profundo impacto en la incipiente actividad circense nacional, la cual incorporó a sus espectáculos las novedades traídas por los extranjeros.


                                            


El circo de Bogardus volvió en 1841, esta vez con un elefante y una gran troupe de monos acróbatas en su elenco. Durante todo el siglo XIX, Chile recibió la visita de varios circos extranjeros que traían diversos animales y renombrados artistas que contribuyeron a que el circo nacional se profesionalizara y desarrollara bajo los modelos internacionales. Ya en 1869, el circo chileno del empresario Julio Quiroz se presentaba en Santiago con importantes artistas, cómodas butacas y las últimas innovaciones en términos de iluminación. En 1875, el circo Bravo deslumbró al público porteño y en 1889, el Gran Circo de Fieras Quiroz incluso contaba con un sofisticado sistema de iluminación, cuando Santiago era apenas débilmente iluminado por faroles de gas (1)

(1)    La tenencia de animales en los circos es una práctica cruel y despiadada. Animales que nacieron para ser libres son puestos en cautiverio, sometidos a la dominación y domesticación bajo las premisas de premios y castigos. El estrés de los viajes, el encierro, la alimentación y la presencia de humanxs y otras animalidades son actos de maltrato animal. Afortunadamente cada vez más  circos han tomado conciencia, devolviendo a lxs animales a centros de rehabilitación y santuarios. Un caso emblemático es la demanda interpuesta por Fundación Edra a los Hermanos Maluenda (Tachuela) por mantener animales en cautiverio bajo el maltrato, enfermedad y malnutrición. Sólo algunos de los animales que pudieron ser rescatados lograron sobrevivir.

 

Panorama del Circo en Chile



La llegada de la primavera es anunciada en septiembre, cuando tradicionalmente se levanta a lo largo y ancho de nuestro territorio, un sinnúmero de carpas multicolores pertenecientes a los circos. Terminada la temporada de septiembre, los circos parten de gira al norte y sur de Chile, llevando entretención hasta los confines más apartados del país.



Antiguamente, la alegría comenzaba con el desfile de los artistas circenses por el pueblo o ciudad. Luego, en la carpa se daba inicio a la función, la mayoría de las veces dirigida por el maestro de ceremonia, quien presentaba a viva voz los diferentes números con sus respectivos artistas: payasos, contorsionistas, equilibristas, trapecistas, acróbatas, malabaristas, magos, domadores, músicos y animales amaestrados. El espectáculo era amenizado por la banda de circo, más conocida como "murga", que con sus marchas y fanfarrias otorgaban ritmo, suspenso y dinamismo a toda la función. Todo un mundo dispuesto para cumplir un propósito esencial; entretener a los niños y cautivar a los adultos.

 La historia del circo en Chile se inicia aproximadamente en 1885, cuando la familia de los hermanos Pacheco llegó a Valparaíso desde el extranjero e inauguró el primer circo chileno. Sin embargo, sus antecedentes se remontan a comienzos del siglo XIX y a mediados de éste se presentaron en nuestro país funciones extraordinarias de equitación, números ecuestres con caballos amaestrados. También eran bastante frecuentes los espectáculos de maravillas gimnásticas.


A comienzos del siglo XX fue el apogeo del circo chileno, el cual tempranamente se definió con características propias. Recogió e incorporó lo mejor de los circos extranjeros a los rasgos del pueblo chileno, conformándose como un espectáculo de dos partes: una primera con los clásicos números circenses, y una segunda consistente en una pantomima, en un espectáculo de música popular o de folclor.



La actividad circense era compleja y difícil. Los primeros circos chilenos eran pequeños, con carpas reducidas y pocos integrantes, de modo que los artistas debían turnarse para trabajar en las pistas, la boletería o tras bambalinas en la producción del evento. Con el tiempo, el negocio del circo en nuestro país ha evolucionado de pequeñas empresas circenses, donde el payaso o tony era una de las figuras principales y eje de las presentaciones, hacia grandes circos de costosos artistas con números especializados y de prestigio internacional. Estos circos manejaban mayores presupuestos, tenían mejores carpas y se ubicaban en lugares estratégicos o locales cuyas instalaciones contemplaban mayores comodidades. El primer circo nacional que se constituyó como una gran empresa fue el Circo Las Águilas Humanas.



El desempleo era bastante común para los artistas de circo. Esta situación sumada a la inestabilidad de viajar constantemente por el itinerario del circo, las inclemencias del tiempo y la consecuente falta de público en invierno, eran algunos de los problemas que transformaban a esta actividad en una labor compleja y difícil. Debido a la delicada situación laboral del gremio, el 25 de julio de 1935 Luis Santibáñez, conocido como el Tony Fosforito, junto a Alberto Flores y Manuel Sánchez, formaron el Sindicato Circense de Chile como órgano oficial donde canalizar los problemas y necesidades de este trabajo. Uno de sus propósitos principales fue consolidar un espacio para el gremio dentro de las actividades artísticas nacionales. El Sindicato manifestó siempre el anhelo de cooperación con las esferas gubernativas y luchó por la promulgación de leyes que les ayudasen a mejorar las condiciones de vida y trabajo. Después de activas gestiones del sindicato, alrededor de 1942 se logró inaugurar en el Cementerio General de Santiago un Mausoleo Circense, único en el mundo, donde podrían sepultar a quienes pertenecían al gremio.



El Sindicato emitía además una publicación oficial denominada "Bajo la Carpa", cuyo primer número se imprimió en 1942. Aunque no circulaba periódicamente, esta publicación condensaba las aspiraciones del gremio y daba a conocer los sucesos alrededor de la profesión que acontecían en el país. Al parecer y según el acervo documental de la Biblioteca Nacional, esta publicación se emitió hasta el año 1951. Otra de las iniciativas del Sindicato, conseguida en 1964 gracias a los esfuerzos de la presidencia de Abraham Lillo Machuca, el Tony Caluga, fue la admisión por ley de los artistas de circo en una Caja Previsional, donde impusieron hasta la creación de las AFP.



El circo chileno se conformó tempranamente como un "Circo con segunda parte", modalidad que también existió en Argentina y Uruguay. Luego de una primera parte consistente en los clásicos números circenses como malabarismo, acrobacias y números de altura, existía una modalidad que aseguraba una concurrencia grande en sus funciones. Usualmente, la "segunda parte" consistía de una pantomima, en que todos los integrantes participaban de una pequeña obra teatral cómica inspirada en hechos reales, muchas veces de corte histórico. Estas adaptaciones eran muy populares entre los concurrentes y se presentaban en diferentes circos de Chile. Algunos ejemplos fueron las de la Guerra de Pacífico o de las hazañas de Manuel Rodríguez, así como las peripecias del bandolero Joaquín Murieta, las que causaron gran revuelo en la sociedad santiaguina que muchas veces no aprobaba el enaltecimiento de personajes como este. También fueron famosas las pantomimas acuáticas que recreaban el Combate Naval de Iquique, las que ostentaban gran ingenio para sus presentaciones. A veces las pantomimas se basaban en hechos de la crónica roja y en muchos casos eran consideradas una forma de Lira Popular actuadas.

 Los números musicales también eran muy populares. Como espacio de sociabilización popular, el folclor encontró en el circo una vertiente donde expresarse. Payadores y folcloristas se presentaban con gran éxito durante la segunda parte, itinerando por todo Chile con el circo. La familia Parra Sandoval tuvo una larga vida vinculada al circo y el menor de los hermanos, Oscar el Tony Canarito, permaneció toda su vida en el circo. Eduardo Parra, el tío Lalo, fue presidente del Sindicato Circense durante seis años y Violeta Parra se presentaba como cupletista en los circos nacionales bajo el nombre de Violeta de Mayo. Muchos renombrados folkloristas hicieron giras por el país bajo las carpas, como los hermanos Campos y la Guadalupe del Carmen, o los Huasos de Pichidegua, conjunto formado por el payador Críspulo Gándara.


Al finalizar una temporada, también era usual que el "fuerte" del circo retara a un duelo de box al campeón del pueblo, lo que aseguraba un cierre de temporada lleno. Muchos se unieron al circo por esta vía, como Juan Arroyo, el Tony Ajicito, quien fue dueño del Circo Frankfort, uno de los más grandes del siglo XX. También pasó por el circo en sus años de juventud Eduardo Barrios, Premio Nacional de Literatura de 1946 y director de la Biblioteca Nacional durante la década del veinte, quien actuó como "fuerte", levantando pesas, participando como boxeador y ocasionalmente de payaso.


La estructura del circo chileno ha permanecido casi intacta desde su origen hasta la actualidad. Las empresas circenses de hoy y de antaño se han conformado generalmente a partir de familias de artistas que transmiten la profesión de generación en generación. Los niños que nacen en este ambiente artístico, reciben la herencia de conocimientos y técnicas de sus padres, y normalmente se integran a las pistas con sus propios números. De este modo, en los anales del circo chileno se conservan los nombres de varias familias dedicadas al espectáculo circense: Los Tachuela, Los Salazar, Los Montes de Oca, Los Caluga, Los Mazzini, los Farfán, los Ventura y Los hermanos Corales. Incluso este último clan legó el apodo de "Señor Corales" a todos los maestros de ceremonia de los circos nacionales


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Durante la década del noventa ingresó con fuerza en los círculos circenses nacionales el "Nuevo Circo", una tendencia nacida en Europa alrededor de los años setenta que transformó el circo tradicional, introduciendo propuestas teatrales y otras artes escénicas como la danza y la música. El "Nuevo Circo Chileno", además tomó una orientación social destinada a rescatar niños y jóvenes en situación de riesgo, a través de la experiencia circense.



En la actualidad, y a pesar de los avances y las transformaciones surgidas en el mundo de las comunicaciones y los espectáculos, el circo chileno ha logrado mantenerse vigente, constituyendo un importante motivo de convocación para la población. Es por este motivo que en septiembre del 2007 se aprobó la ley N° 20.216 de protección y fomento de la actividad circense nacional, que reconoció al circo como una manifestación tradicional de la cultura chilena.



 Cronología

1801: Joaquín Olaez y Gacitúa construye el Coliseo: el primer teatro de Chile, que albergaría representaciones dramáticas y exhibiciones de maroma y volatines

1827: Llegada del primer circo internacional a Chile, el Circo Ecuestre de Nathaniel Bogardus

1869: El Gran Circo de Fieras de Julio Quiroz debuta en Santiago

1885: Los hermanos Pacheco inauguran en Valparaíso el primer circo chileno.

1892: En el Gran Circo de Julio Quiroz se registra el primer caso de la muerte de un trapecista: don Domingo Segundo Flores

1902: El circo chileno visita por primera vez Juan Fernández

1935: El 25 de julio se funda el Sindicato Circense de Chile.

1942: Se crea en el Cementerio General el Mausoleo Circense.

1947: Se inaugura en Chile el Circo Las Águilas Humanas, propiedad de la empresa chilena Cóndor de Enrique Venturino.

1964: Los artistas de circo son admitidos por ley en la Caja Empleados Públicos (E.E.P.P.)

1969: Muere Gastón Bernardo Maluenda, el Tony Tachuela, padre de Los Tachuela.

1984: Correos de Chile emite un sello postal en conmemoración de los 100 años del circo en Chile.

1985: Se cumplen 50 años del Sindicato Circense bajo la presidencia de Joaquín Gastón Maluenda.

1995: Se estrena en Chile la obra de teatro "Las siete vidas del Tony Caluga".

1999: Se firma entre el Servicio Agrícola y Ganadero y el Sindicato Circense el protocolo que regula el mantenimiento, las ordenanzas y la reglamentación para los animales de los circos chilenos.

2002: En Alameda con General Velázquez se inaugura un monolito en homenaje al Tony Caluga.

2004: El Consejo de la Cultura aprueba el día 2 de septiembre como Día Nacional del Circo de Chile

2007: Se aprueba y publica en el Diario Oficial la Ley n° 20.216, que establece normas en beneficio del circo chileno.

2010: El Circo Chileno visita por primera vez Isla de Pascua (Rapa Nui)

 

 El Circo Alondra



El circo Alondra es el circo tradicional chileno más antiguo aún vigente. Fue creado en 1935, en la comuna de Vilcún, por Pedro Inostroza y su esposa, juntos empezaron con una pequeña compañía en una vieja carpa, que con los años se convirtió en el actual circo, el que nunca ha perdido la identidad familiar. Allí, en los pueblos del sur se iniciaron de niños “Cascarita” y “Cuchito” , personajes de los hermanos Eduardo y Pedro Inostroza. Desde ese entonces, el circo subsiste por traspaso generacional y tradición familiar, donde prima más el deseo de vivir y trabajar juntos que de formar una empresa. Ese trabajo familiar que se ha extendido a lo largo de las décadas y las generaciones, hizo que en 2017 Circo Alondra recibiera el Premio a la Trayectoria “Tony Caluga”, otorgado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, reconociéndose su contribución significativa al circo tradicional chileno. La distinción dio paso a otro proyecto: un documental.





Fue creado en 1935, en la comuna de Vilcún, por Pedro Inostroza y su esposa, juntos empezaron con una pequeña compañía en una vieja carpa, que con los años se convirtió en el actual circo, el que nunca ha perdido la identidad familiar. Allí, en los pueblos del sur se iniciaron de niños “Cascarita” y “Cuchito” , personajes de los hermanos Eduardo y Pedro Inostroza. Desde ese entonces, el circo subsiste por traspaso generacional y tradición familiar, donde prima más el deseo de vivir y trabajar juntos que de formar una empresa

Visionado de Circo Contemporáneo II

En esta ocasión haremos una revisión de algunas disciplinas acrobáticas con aparatos que están presentes en el Circo Contemporáneo.   1. ...