El cuerpo y
su imaginario.
Tiempos de
enfermedad
En esta sesión hablaremos del Cuerpo, la materia visible que
nos permite identificarnos como persona, y, en definitiva, aquello que nos
permite ser y hacer en el mundo. En cultura del cuerpo trabajamos disciplinas
corporales, que nos permiten explorar, desarrollarnos, fortalecernos y también
relacionarnos de modo distinto al habitual.
El cuerpo, entendido desde las ciencias sociales, es el factor
de individuación de un sujeto: es el
límite material que nos separa a unas de otras: permite reconocernos
materialmente como entes definidos e interactivos con los demás.
“En la cultura medieval, el ser humano no se distingue de la
trama comunitaria y cósmica en la que está inserto; está amalgamado en la trama de sus semejantes sin que su singularidad lo convierta en un individuo en el
sentido moderno del término. Toma conciencia de su identidad y su arraigo
físico dentro de una estrecha red de correlaciones” (David le Breton:
Antropología del Cuerpo y Modernidad)
Hnos. Limburgo: página del Libro de las Horas del Duc de Berry
La aparición de individuo/a
moderno/a en forma significativa puede señalarse dentro de Quatroccento,
con el auge del comercio, la banca y la prosperidad de las ciudades por sobre
los campos agrícolas. A partir de la proliferación del saber anatómico, en
Universidades como Venecia, Florencia y Padua, donde se practican las primeras
disecciones, se plantea la relación y diferenciación entre cuerpo (materia) y
persona (ser sensible, consciente, racional).
Entre la Edad Media y el Renacimiento operan cambios
sustanciales en el mundo: que van desde el sistema de comprender la naturaleza,
el cuerpo y la salud, hasta la concepción del gobierno, la propiedad y la
economía. Pasamos de un imaginario teocéntrico (regido por la fe a Dios y la
creencia /obediencia a los dictámenes de la Iglesia Católica). Este proceso,
que podríamos entender como un movimiento paulatino, acompañado de los
descubrimientos, la observación de la naturaleza y la recuperación de la confianza,
de las relaciones humanas, no se produjo tan fácilmente como pareciera. Hubo un
fenómeno obscuro, una catástrofe que precipitó el cambio de imaginarios y
prácticas entre el mundo medieval y el renacimiento: la Peste Negra.
Peter Brueghel: El triunfo de la muerte
La peste negra se
desató en un Europa entre 1346 y 1347 en pleno Quatroccento,
proveniente desde el puerto de Crimea, en el Mar Negro, donde tripulaciones
habrían tomado contacto con ejército mongoles, quienes habrían presentado esta
extraña enfermedad, la cual provenía de las pulgas de ratas que cohabitaban
espacios con seres humanos. Esta enfermedad, letal, altamente contagiosa y de
rápida población asoló al continente europeo reduciendo su población de 80
millones a tan solo 30 millones durante 1347 y 1353. Esto significó un nuevo
desafío, a quienes sobrevivieron : ¿cómo hacer? ¿cómo iba a funcionar el mundo
con menos personas: ¿menos agricultores, artesanos, albañiles, etc.? La escasez
de “mano de obra” impulsó la valoración y alta cotización de los oficios por
parte de aristócratas y burgueses. Trajo consigo movimientos migratorios, pero
también nuevas formas de concebir el mundo, el cual se fue reflejando a través
de las artes, la filosofía y las ciencias del mundo moderno.
bocetos de Leonardo da Vinci
Para mayor inormación, les comparto el artículo de National Geographic:
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/peste-negra-epidemia-mas-mortifera_6280
A continuación, les invito a observar este documental sobre la peste negra, ver qué ideas les llaman la atención y reflexionar cómo estamos viviendo esta época de la pandemia Covid 19 y qué perspectivas ven a futuro. Buena Jornada.
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/peste-negra-epidemia-mas-mortifera_6280
A continuación, les invito a observar este documental sobre la peste negra, ver qué ideas les llaman la atención y reflexionar cómo estamos viviendo esta época de la pandemia Covid 19 y qué perspectivas ven a futuro. Buena Jornada.
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